El aceite cumple una función destacada en el rendimiento de nuestro vehículo, pues es el encargado de lubricar y proteger las piezas del motor para que con el uso no sufran un desgaste de forma prematura.
No atender tanto el nivel del aceite como la sustitución del mismo nos puede acarrear averías graves en nuestro vehículo, y en ocasiones, costosas.