Las lunas del coche, no solo cumplen una función estética. Son una parte esencial para la seguridad, la visibilidad y el confort térmico dentro del vehículo. Sin embargo, tanto el frío extremo como el calor intenso pueden comprometer su estado si no se toman ciertas precauciones. Pequeñas grietas, empañamientos o roturas completas pueden evitarse con algunos cuidados básicos.

Lo que pasa con el cristal cuando llega el invierno

Durante los meses más fríos, el parabrisas puede alcanzar temperaturas muy bajas. Si al arrancar aplicamos calor de forma brusca, ya sea con el aire acondicionado o con agua caliente, el cristal puede reaccionar mal y agrietarse. Es un error más común de lo que se piensa, y puede evitarse con un poco de paciencia y el uso adecuado del sistema de climatización.

¿Por qué el verano también puede dañar el parabrisas?

En verano, el problema suele venir por la acumulación de calor. Cuando el coche se queda varias horas al sol, las lunas del coche alcanzan temperaturas elevadas. Si al subirnos encendemos el aire acondicionado a máxima potencia, el cambio brusco de temperatura puede causar daños, especialmente si ya existía algún pequeño impacto.

Problemas más comunes en las lunas del coche por el cambio de estación

Con la llegada del invierno o el verano, es habitual que aparezcan averías relacionadas con las lunas. Muchas veces, se trata de problemas que podrían haberse evitado con una revisión a tiempo.

Grietas que aparecen sin golpes

En ocasiones, los clientes se sorprenden al ver una grieta en el parabrisas sin haber recibido ningún impacto. Y tienen razón. Son grietas que surgen por tensiones internas en el cristal, debidas a cambios bruscos de temperatura o al deterioro progresivo del material.

Empañamiento constante del parabrisas

El vaho en los cristales es un clásico del invierno. Si el habitáculo está húmedo o el cristal interior tiene suciedad, el empañamiento será más frecuente. Para evitarlo, es recomendable utilizar bien la función de desempañado, mantener los cristales limpios por dentro y, si es necesario, utilizar productos antivaho y antihumedad.

Pequeños impactos que terminan en roturas

Un simple chinazo en el parabrisas puede parecer inofensivo, pero si no se actúa pronto puede convertirse en una grieta. En ese momento, ya no será posible reparar y tocará sustituir la luna completa. De ahí la importancia de actuar con rapidez ante cualquier daño, por pequeño que parezca.

Problemas mas comunes en la luna del coche

Cómo cuidar las lunas del coche en invierno

Proteger las lunas durante el invierno no es complicado, pero si conviene seguir una serie de recomendaciones para evitar problemas mayores.

¿Qué hacer y qué no hacer para quitar el hielo?

Nunca uses agua caliente sobre el cristal helado. Lo ideal es emplear un rascador específico de plástico, un spray descongelante o dejar que el aire caliente actúe de forma gradual desde el interior del vehículo. Objetos metálicos, tarjetas o herramientas improvisadas pueden rayar o fracturar el vidrio.

Trucos para evitar que se empañen por dentro

Ventilar bien el coche antes de conducir, mantener los cristales limpios por dentro y usar bolsas antihumedad puede marcar la diferencia. También hay productos antivaho muy eficaces para las lunas delanteras y traseras.

Revisa las escobillas

Las escobillas desgastadas o endurecidas por el frío no limpian bien y pueden arañar el cristal. Revisarlas al inicio del invierno y sustituirlas si es necesario es una medida sencilla que ayuda a conservar el parabrisas en buen estado.

Consejos para proteger las lunas en verano

Aunque a simple vista el verano parezca una estación inofensiva para el coche, lo cierto es que las altas temperaturas suponen un riesgo real para el estado del parabrisas y las lunas laterales. El calor excesivo puede debilitar el vidrio, sobre todo si ya tiene algún pequeño impacto previo, y aumentar el riesgo de grietas o roturas inesperadas.

Cómo afecta el calor al parabrisas

Cuando un vehículo permanece varias horas al sol, la temperatura del parabrisas puede elevarse por encima de los 60 grados. Esta exposición prolongada provoca la dilatación del cristal. Si existe algún daño previo, por mínimo que sea, el estrés térmico puede provocar una fisura que se expanda rápidamente. En ocasiones, el daño aparece de forma repentina sin haber recibido ningún golpe aparente.

El aire acondicionado también puede dañarlo

Subirse a un coche muy caliente y encender al aire acondicionado al máximo puede parecer una buena idea para refrescarse rápido, pero no lo es para el parabrisas. Ese cambio brusco de temperatura, del exterior al interior del cristal, puede generar tensiones que favorezcan la aparición de grietas. Lo recomendable es ventilar primero el vehículo durante unos segundos y después activar la climatización de forma efectiva.

¿Qué hacer si aparcas al sol muchas horas?

En los meses más calurosos, es importante tomar precauciones si sabes que tu coche va a estar expuesto al sol durante tiempo. Busca aparcamiento en zonas de sombra, utiliza parasoles térmicos tanto delanteros como traseros y, si puedes, cubre el salpicadero para reducir la temperatura interior. Además, conviene revisar de vez en cuando el estado de las lunas: detectar a tiempo un pequeño chinazo puede evitar un cambio completo del parabrisas.

como afectan los cambios de estacion al parabrisas

¿Vale la pena reparar o hay que cambiar la luna?

Determinar si una luna del coche se puede reparar o debe ser sustituida depende del tipo de daño, su tamaño y ubicación. Si se trata de un impacto pequeño que no afecta al campo de visión del conductor y no está cerca del borde del cristal, normalmente se puede reparar de forma segura. Como referencia general, si el daño no supera el tamaño de una moneda de dos euros y no se encuentra en una zona crítica, es muy probable que se pueda solucionar sin necesidad de sustituir toda la luna.

Sin embargo, cuando la grieta es más extensa, se encuentra en una zona que afecta a la conducción o compromete la estructura del cristal, lo más recomendable es optar por el cambio completo. En estos casos, no solo se trata de una cuestión estética, sino de seguridad.

En cuanto al tiempo necesario, la mayoría de intervenciones se realizan en cuestión de horas. Además, muchas pólizas de seguros a todo riesgo o que incluyen cobertura de lunas cubren tanto la reparación como la sustitución, lo que facilita mucho el proceso para el cliente.

En Talleres Auto-Herna valoramos cada caso de forma individual y te asesoramos con total transparencia. Nuestro equipo revisa el estado de la luna, determina la mejor solución y gestiona directamente con tu aseguradora si fuera necesario. Así, te garantizamos una reparación de lunas eficaz y sin complicaciones, para que vuelvas a la carretera con total tranquilidad.

Abrir chat
¿Necesitas ayuda?
Hola, ¿en que podemos ayudarte? :)
Llámanos
¡Visítanos!