Cómo se lleva a cabo el trabajo en chapa de un varillero
Su función principal es la de reparar cualquier tipo de abolladura que se encuentre en la carrocería de alguno de los vehículos de nuestros clientes. En el caso de que la pintura no presente ningún tipo de desperfecto, y la chapa no sea insalvable, es posible desabollar el coche sin necesidad de pintarlo.
A este oficio se le conoce con el nombre de varillero debido a las grandes varillas especiales que se usan para arreglar el bollo. Es necesario ejercer una presión correcta y con precisión para volver la carrocería a su estado original. Asimismo, es importante no dañar ni la chapa ni la pintura, evitando males mayores.
Igualmente, cualquier varillero no usa ningún tipo de producto contaminante. Además de las varillas, también pueden utilizar martillos, colas o ventosas, entre otros instrumentos para llevar a cabo su trabajo. Asimismo, el origen de este oficio esconde una historia realmente fascinante que te contaremos a continuación.
La figura del varillero nació en Estados Unidos
Pese a que desde inicios del siglo XX las fábricas de automóviles empezaron su revolución gracias a la primera cadena de montaje de Henry Ford, en los años 60 y 70 es cuando se produjeron más avances. La técnica del varillero apareció por primera vez en 1964 en una fábrica de Detroit. El objetivo de un inspector de calidad no era otro que reducir costes por la depreciación de piezas.
Surgió la necesidad de incorporar una figura profesional que fuera capaz de devolver las piezas a su estado original en un tiempo corto. De esta manera, entró en juego el conocido varillero, capaz de sacar el bollo de la carrocería para que pudiera seguir siendo usada. Así, se ahorraba la compra de una nueva pieza.
Con el paso de los años, esta técnica fue ganando adeptos en los diferentes talleres de todo el mundo, así como perfeccionándose con el uso de nuevas piezas. Sin embargo, el técnico varillero ha podido mantener su core de artesano porque se requiere paciencia y, sobre todo, mucha exactitud en cada movimiento que se lleva a cabo.
Las principales herramientas que utiliza en su trabajo
En líneas generales, un varillero cuenta con diferentes técnicas para cumplir su objetivo de eliminar los bollos de un vehículo. En función de cada una, usará herramientas distintas. Las más habituales son las siguientes:
- Varilla: Sin duda, la herramienta más usada en Europa. Estas varillas de acero de diferentes tamaños permiten acceder a los lugares más inhóspitos de un coche. Con simplemente una pequeña presión hacia arriba, la chapa volverá a su posición original.
- Adhesivo termofusible: Este tipo de adhesivos se adhieren a la chapa. Posteriormente, y mediante un segundo elemento que se conoce como martillo extractor, eliminarán el adhesivo inicial y también corregirán la abolladura.
- Inducción electromagnética: Sin embargo, esta es la técnica más reciente que se puede encontrar. A partir de aplicar calor a la superficie, es posible eliminar las abolladuras más complicadas.
Las varillas, sin ninguna duda, simbolizan la tradición del trabajo de un varillero. En cambio, las dos siguientes representan el camino de la evolución tecnológica.
Ventajas principales del trabajo de un varillero
Los beneficios que ofrece cada una de las técnicas utilizadas por un varillero son muchas para tu coche. Cuando adquieres un vehículo nuevo, un robot es el encargado de llevar a cabo el acabado y la textura de pintura. La perfección de esta maquinaria no es posible obtenerla en un taller mecánico.
Por esta razón, al usar la técnica de los varilleros, la pintura no sufrirá ningún tipo de modificación y seguirá siendo la capa original. No habrá ni diferencias de tono ni tampoco marcas. La precisión milimétrica es, sin ninguna duda, una de las principales ventajas de esta técnica. La utilización de lámparas de luz permiten detectar cualquier tipo de anomalía. Además, el uso de varillas de diferentes grosores permiten adaptarse a cada caso.
Asimismo, es un tipo de reparación realmente rápida. Al no tener que esperar ningún tipo de secado, ni tampoco llevar a cabo lijados, se gana en tiempo porque no hay que desmontar ninguna pieza. Es un proceso que tiene un gran respeto por la sostenibilidad y el medio ambiente, y que en apenas 45 minutos puede estar listo.
Reparación de la varilla por granizo
Los golpes a la carrocería de tu coche durante una tormenta de granizo son muy frecuentes. Esto afecta especialmente a las grandes flotas de empresa, ya que acostumbran a dejar sus vehículos al aire libre. Una granizada no hay que tomarla a la ligera porque la piedra que puede caer puede ser desde del tamaño de una moneda de un céntimo hasta del de una pelota de béisbol.
Esto afecta no solo a la carrocería, sino que también puede llegar a la pintura e incluso al interior del coche. Además del impacto económico de la reparación y la logística, puede igualmente depreciarse su vida útil. Por suerte, en nuestro taller llevamos a cabo la reparación de la varilla por granizo de forma eficiente.
Utilizamos uno de los métodos más comunes para eliminar cualquier abolladura en la carrocería a través de varillas de acero. Gracias a estos instrumentos, podremos acceder al interior de la abolladura de tu coche y regresarla a su estado anterior en menos de cinco horas. De esta forma, podrás seguir utilizando tu vehículo sin necesidad de cambiar la carrocería. Esto te permitirá no tener que usar un coche de sustitución ni tampoco tener que pagar una gran reparación.
Como conclusión, nuestros varilleros en Albacete se encargan de eliminar cualquier abolladura que se pueda producir en la chapa, especialmente después de una granizada en nuestro taller de chapa y pintura de Albacete.
